El Cáncer de mamas

Obstetra del Hospital Regional de Pucallpa.

El cáncer de mamas es, como todos los cánceres, una enfermedad mortal si no es diagnosticada a tiempo. El primer tipo de cáncer que causa la muerte de las mujeres en nuestro país es el cáncer del cuello del útero, en segundo lugar se encuentra el cáncer de mamas.

En sus inicios el cáncer de mamas no presenta síntomas. Cuando ya está avanzado puede presentarse algunos de los siguientes síntomas. Empiezan a aparecer granitos, por eso a las mujeres se les enseña, en el consultorio, que deben aprender a hacerse su examen de mamas pues conocen sus senos. Se les indica que distingan cualquier anormalidad, por ejemplo, bultos que aparezcan o zonas estiradas, piel con heridas, zonas rojas, moradas o piel de naranja. Otra cosa es que los pezones se empiezan a hundir, es más fácil de detectarlo.

Las mujeres que tienen más probabilidad de tener cáncer de mamas son las mujeres que no han tenido hijos, las que no han dado de amamantar, las mujeres que han tenido su primer embarazo después de los treinta años, las que han empezado la menstruación antes de los doce años y las que tienen antecedentes familiares.

La prevención es la principal estrategia para combatir este mal. Se les examina a las mujeres y se les enseña cómo hacerse el examen del reloj. Actualmente se está visitando todas las zonas de la ciudad, los colegios, los institutos, donde se viene enseñando a que la mujer no tenga vergüenza y se les enseña cómo tienen que tocarse. Es importante hacerse el autoexamen, mirarse al espejo, buscar las anormalidades, muchas se lo hacen también en la ducha. Si se detecta alguna anormalidad se debe ir con un profesional.

El mamografo es un aparato de rayos X que ayuda a tener un diagnóstico del cáncer de mamas. Actualmente en el hospital no se cuenta con un mamógrafo pero es posible que el próximo año se cuente con uno. Cuando el cáncer se detecta a tiempo existen muchas posibilidades de tener éxito en el tratamiento.

La prevención del cáncer de mamas está en las manos de nosotras, las propias mujeres. Los síntomas son silenciosos, no se presentan, no los percibimos. Entonces se debe tener una actitud preventiva en nuestra vida cotidiana. Por ello, no se debe pensar que los exámenes son dolorosos, o tal vez que tiene vergüenza que te miren las partes. En casos como el cáncer de mamas una actitud preventiva puede salvar nuestras vidas.

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