La Economía Circular es una estrategia para lograr la sostenibilidad del planeta, basado en la producción, comercialización y consumo de productos con un ciclo de proceso que permita el menor impacto en el medio ambiente por la eliminación de residuos y desechos. Este modelo de gestión de la producción, en el Perú ha tomado relevancia, ya que tanto entidades públicas y sociedad civil están promoviendo su difusión; sin embargo, los productores agrarios y no agrarios aún no asimilan este enfoque de producción; y, en parte es justificable debido a la persistencia de barreras tecnológicas, financieras e incluso de usos y costumbres en la forma de producción.
A la fecha, la mayoría de productores agrarios aún sigue tratando de entender la diferencia entre producción orgánica y producción ecológica, y los esfuerzos que han realizado para transformar su sistema de producción de una convencional a orgánica o ecológica, no es compensado con mejores ingresos sostenibles en el tiempo, a excepción de algunos pocos productores que han logrado un éxito relativo, pero que día a día deben de estar trabajando por mantenerse en el mercado de forma competitiva.
Entonces, la pregunta es: ¿Están nuestros productores agrarios preparados para asumir el reto de una producción en el marco de la Economía Circular? Según lo observado en el campo, el productor agrario siempre está dispuesto a mejorar su calidad, su productividad, trabajar para mantener y preservar el medio ambiente y lo intenta a pesar de las barreras mencionadas.
Si existe el interés del gobierno y existe el interés de los productos, ¿Cuál sería el principal desafío para desarrollar una economía circular en el Perú? El principal desafío sería superar nuestros intereses individuales, los intereses políticos, ser más solidarios, más cooperativos, darnos cuenta que por sí solos no podemos superar las dificultades.
Somos un país formado por millones de pequeños productores, millones de microempresarios, entonces volvemos a repetir lo que muchos ya saben, es la ASOCIATIVIDAD la que permitirá generar los volúmenes suficientes de producción con enfoque de economía circular, permitiendo ingresos sostenibles a los pequeños agricultores; porque los costos de producción se reducen y los ingresos por ventas son más estables en el tiempo. Otro desafío que debemos asumir es contar con la capacidad de ARTICULACIÓN en todos los niveles: individualmente, entre organizaciones de un mismo rubro y de diferentes sectores económicos, la academia, el sector público, sociedad civil entre otros.
Consideramos que estamos por buen camino, con nuestros aciertos y desaciertos, pues existen muchas instituciones no gubernamentales, organizaciones de productores y empresarios que han ingresado a esta nueva forma de gestión de la producción de la economía circular. Pero como dijo Vallejo: “Hay hermanos, muchísimo que hacer”.
(*) Artículo publicado en la Agenda Amazonía 2023. Mes de diciembre.